¿Sabías que los colores tienen efectos diferentes en las personas?
Es por esta razón que conocer un poco más de la psicología del color te ayudará a decidir cuál es el más apropiado para el cuarto de tu pequeño/a. La psicología del color, de acuerdo con el psicólogo Jonathan García-Allen es “un campo de estudio que está dirigido a analizar cómo percibimos y nos comportamos ante distintos colores, así como las emociones que suscitan en nosotros dichos tonos.” Está demostrado que los colores ejercen una influencia y tienen efectos en nuestro comportamiento, ya que pueden influir negativa o positivamente en nuestro estado de ánimo, a través de las sensaciones que crean en los diferentes ambientes. Sabemos que generalmente se usan tonos rosas para niñas y azules para niños pero, ¿qué efectos producen cada uno de ellos? ¿Es la mejor elección para la habitación de un bebé?Cada color posee su propia luz, energía y su propio efecto, conozcamos un poco más acerca de ellos:
Color Rosa:
El rosa claro tiene efectos calmantes y relajantes. Es un color que promueve la calma, la afabilidad y el afecto. Es un color que ayuda a despejar la mente de pensamientos negativos, que proporciona energía y suaviza el carácter, tendiendo hacia la dulzura, la constancia y la delicadeza.
Color Azul:
El azul tiene un efecto calmante, tranquilizador y de serenidad. Ayuda a conciliar el sueño, además de que se dice que ayuda a atenuar los dolores de cabeza y los trastornos del estómago. Puede expresar confianza, reserva, armonía, afecto, amistad, fidelidad y amor.
Color naranja:
Puede expresar regocijo, fiesta, placer, aurora y presencia de sol. Atrae la vista, estimula el apetito, la conversación y la caridad. Es el color de la vitalidad, la alegría y la felicidad. Se recomienda más para un área de juego o de comida que para una habitación ya que puede afectar el sueño de tu bebé.
Color verde:
Transmite seguridad, expansión y anima el crecimiento emocional. Proporciona mayor actividad cerebral, calma el estado de ánimo y actúa como desintoxicante.
Color Amarillo:
Es el color de la luz. Normalmente, el color amarillo amplía el espacio. Es muy activo y también se lo asocia a la precaución. Es el color del sol, del día, del optimismo y de la claridad. Los tonos más intensos pueden producir ansiedad. No es recomendable para el cuarto de los bebés, pues lloran más en habitaciones amarillas. Por otro lado, estimula la capacidad intelectual y el aparato digestivo, remedia las dolencias hepáticas y los dolores musculares, eleva el ánimo, y está indicado para las personas con tendencia a la tristeza.
Color blanco:
Es un color que purifica, estimula, unifica. En combinación, anima a todos los colores. Es la luz que se difunde. Expresa inocencia, paz, infancia, divinidad, estabilidad, calma, y armonía. Se recomienda usar en combinación con otros colores para aportar una sensación más cálida al ambiente de los pequeños. Con esto nos damos una idea de cómo los diferentes colores influyen en el día a día de nuestros bebés. Como recomendación extra te sugerimos que uses colores o materiales naturales como la madera o el color beige, ya que transmiten tranquilidad y quietud, por lo que pueden ser adecuados para niños muy inquietos. Aunque cuando se presentan en exceso y sin otros toques de color pueden resultar aburridos y conspirar contra la creatividad.
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Fuentes:www.delyrarte.com.arwww.arqhys.comwww.fengshui-mundo.com/articles/colores.html www.zoomblog.com